lunes, 29 de octubre de 2007

sábado, 27 de octubre de 2007

El otoño y el amor


Esta fotografía me hace imaginar cosas hermosas, la observo y siento tranquilidad, pongo mis pies descalzos sobre ella y siento la caricia de las hojas, respiro y percibo el olor de la   tierra humeda, me quedo callada y escucho el silencio del atardecer; y en aquel silencio escucho las hojas hablar de amor.

La miro y pienso en el otoño que es una estación del año donde se conjugan los colores, esos colores que juegan un papel importante porque le dan contraste a los diferentes paisajes, donde la temperatura cambia y sirve de excusa para que los enamorados se abracen el día entero.

Cierro los ojos y pienso que son días de amar intensamente, época donde el romanticismo aflora, de filmar películas, de escribir poemas, es la época donde los arboles despiden sus viejas hojas para darle entrada a nuevos matices y alegría a la vida.

El otoño es período de cambios, de menos luz pero mas amor, las hojas se visten de color para recibir un sentimiento que le da energía a cada ser humano, es una época donde ese clima variable hace que los amantes se armonicen y se entreguen sin reservas.

Para mi definitivamente es el tiempo para renovar los sentimientos, el amor, la pasión y esas esperanzas que te llenan de nuevas hojas que le dan color a tu vida; y hago una comparación del otoño con la vida y el amor, porque el amor cambia la vida y el otoño le da vida al amor.

domingo, 21 de octubre de 2007

miércoles, 10 de octubre de 2007

Has regresado a mí

Has regresado a mí como el agua retorna a su cauce, eternas fueron las noches de insomnio, negras las noches de profundo silencio, mis ventanas clausuradas hacia el azul del cielo goteaban nostalgia y recuerdos, has regresado a mi y mi alma vuelve a su cauce, has regresado a mi y hoy he vuelto a vivir.


Mi alma se regocija en la serenidad de las aguas que una vez fueron turbulentas, que arrasaron con mis sueños y esperanzas, se llevaron mis ilusiones y sentimientos. Hoy esas mismas aguas retornan a su cause para traer tranquilidad a mi espíritu atormentado y sosiego a mi corazón desesperado.

No podía creer cuando te vi a lo lejos del camino, divisaba una silueta. Incrédula me decía, solo es mi imaginación traicionándome de nuevo, luego escuché tú voz decirme un te quiero, aun desconfiada pensaba es mi terco corazón resistiéndose a tu ausencia. Pregunté. ¿Es cierto? y una melodía como respuesta llegó a mi alma.

A mi memoria volvieron momentos perdidos en las más tenebrosas noches de olvidos. No podía creerlo pero hoy caminé nuevamente contigo, retomamos nuestros paseos por la orilla de la playa, ya no eran recuerdos, éramos tú y yo sentados frente al silente mar sintiendo nuestro amor vehemente, me hablabas al oído mientras que en mis dedos enredaba tus cabellos.

Estaba segura que un amor capaz de iluminar el cielo más oscuro es imposible de apagar, tampoco puedes guardar en el cajón del olvido los sentimientos más profundos y mucho menos arrumar las pasiones en el ático de la indiferencia.


Este ha sido un día de reconciliaciones, lleno de emociones y sentimientos encontrados; donde hechizados en una larga noche de desvelo volvimos amarnos bajo la complicidad de la luna y el susurro del viento.