jueves, 1 de noviembre de 2007

Mar de indiferencias

Sentada en el banco de una plaza miraba a la gente pasar, unos caminaban apurados sin echar un vistazo atrás. Los caballeros erguidos proyectaban absoluta indiferencia, las damas pendientes de arreglar sus cabellos y las niñas al día con la última moda. Las jóvenes reflejaban una pose de apatía y los chamos miraban con desprecio e ironía. Era un desfile de innumerables especies, todas naufragando en un mar de indiferencias.

Cada quien mostraba una actitud de distancia, desamor y desapego, para mi era impresionante lo que veía en ese va y ven de gentes, quedé decepcionada por tanta desidia hacia las cosas simples de la vida. Mientras estuve allí divisé moribundos sentimientos, cada quien en lo suyo sin interesar el que había caído, no importaba el inocente ni tampoco el indefenso, esto se ha transformado en mundo de fieras.

La ley que existe en este tierra insensible es de aquel que aplica la mayor fuerza o quien puede aprovechar la mejor circunstancia, que tremendo vacio en este que vivimos. Se han perdido los valores también los principios, ya no existe la palabra sino la trácala y donde quiera que llegas hay un nido de serpientes que solo están a la caza del menor descuido para lanzar la picada y chuparte hasta la decencia.

Volvimos a la época del trueque, pero con la diferencia que el intercambio no es de papas por leche o carne por nueces, sino de viveza por necesidad o aprovechamiento por apuro, tú me das y yo te ayudo. Que tristeza tan grande ver tanta asquerosidad y que difícil ver una expresión de cariño en tanta suciedad.

El mar está cubierto de un tejido sin orificio que no deja filtrar ni el más pequeño suspiro. Tanta es la indolencia que nadie se conmueve cuando cruza el boulevard un anciano desvalido, tampoco se inmutan al ver la desesperación de una madre cuando pierde de vista a su pequeño hijo.


Que ha pasado con este mundo que hace años era bonito, quien se lo llevó o a donde lo ocultaron, alguien que me explique cuando dejó de importar lo que es correcto o se olvidaron que las cosas son al derecho. Al parecer este mundo se lo han robado ladrones porque que han saqueado las arcas de nuestros corazones. Asaltaron la palabra, también la amabilidad, nos bloquearon la sensibilidad y nos despojaron del simple placer de dar una mano amiga.

Se ha convertido en un desierto de sentimientos, un total vacio se alberga en cada uno de los que viven en esta laguna de indiferencia. Deshabitado está de cariño, de afecto, ternura y hasta de apego, se han marchado el amor, la amistad, el apreció y también el respeto.
Que doloroso haber perdido el estimulo por la sonrisa de un niño, la satisfacción de bajar de un árbol a un gato desprotegido o sencillamente auxiliar a alguien que está en apuros. Se olvidaron de escuchar el canto de los pájaros o ver las miradas de un par de enamorados. Yo quiero saber donde se han ido las casas mas simple y bellas de la vida.

Ya nadie se encanta al ver la alegría que produce regalar una rosa, es tanto el apuro en que andan las personas que ni se permiten disfrutar del sabor de un rico helado, compartir una palabra de aliento o simplemente ayudar a alguien que le han robado la bolsa.

Parece que nadie sintiera sensación por admirar un paisaje, oler un perfume o estremecerse al abrazar a un amigo que ha estado lejos. Que tristeza percibir la carencia de amores y afectos, que tristeza que haya sido la indolencia la que se apoderó de este nuevo mundo de indiferencias.