domingo, 24 de agosto de 2008

Un recorrido por las mejores bodegas Europa

Un viaje que combinó en el paladar un paraíso de colores, donde se conoció el olor y el perfume de los tintos, el glamour del rosado y el transparente y aromático blanco.

Sin resistencia, con aroma a uvas, se celebró el Módulo II del “Curso Introducción al Vino”, en Viva Vino, un lugar diseñado en torno a esta bebida y su placer, ubicado en la urbanización El Viñedo de la ciudad de Valencia, en el que los participantes pudieron conocer un poco más sobre el arte de este liquido pincelado, su historia y sabores en un mundo real de sentidos y paladares.
El mismo fue facilitado por el reconocido enólogo Juan Carlos Ortega, quien con su larga trayectoria en esta confraria de ser el vino la razón de su fe para deleitar a otros con sus experiencias, delineó los primeros pasos para el reconocimiento del sabor a través del vino. Se recorrió en las más y mejores bodegas de Europa, específicamente Francia, Italia y España donde los años pasan y el deleite por esta bebida, se llena de importancia y conocimiento entre el colectivo.

Se impartió este segundo módulo titulado “Terroir, el Viejo Mundo y Cata Técnica” con la más cordial asistencia de personas ávidas e interesadas en este umbral de la uva convertida en un cáliz de sabores. Se pudo conocer el olor, el perfume de los tintos, el rosado en glamour suave, menos denso y suave en gusto. El blanco, transparente, distinguido y aromático. Así cómo combinar en el paladar este paraíso de colores de un mundo poco conocido para muchos, como es el vino y sus mejores bodegas.

Cada palabra impartida fue adentrando a los asistentes en los sabores combinados y de prolongada historia para ser de cada ser presente, el inicio de una serie de módulos que se irán mostrando con el fin de adentrarse a este capitolio de la copa pincelada de color a uvas.

Tanto el primero como el segundo módulo contaron con una nutrida asistencia, que obligó al Ingeniero Juan Carlos Ortega diseñar la serie del apasionante mundo del vino. Desde la historia, las mejores escuelas y bodegas, hasta el cómo tomar la copa, moverla al son del líquido y con el olfato reconocer la estirpe del contenido.

Debido a el éxito y la participación que ha tenido esta forma de conocer este apasionante mundo del Vino, se repetirá el módulo I titulado “Comenzando por el Principio”, el cual tendrá lugar el día 26 de agosto en las instalaciones de Giglio Ristorante, lugar que se llenará aun más de experiencias y fomento de la enología, ubicado en esta ciudad que degusta multiplicidad de aromas.

Para mayor información pueden comunicarse por los teléfonos 0241-826-4206 y 0414-359.1880 y también pueden visitar http://clubamantesdelvino.blogspot.com/.

domingo, 17 de agosto de 2008

En medio de la sabana

Te esperaba ansiosa en el café de la avenida, pasaron las horas y al oscurecer el día, la angustia y la tristeza embargaron mi alma, no sabia que pasaba, no sabia el porqué de tu ausencia.

Te busqué por las calles del pueblo y entre la naturaleza y frio caminé la noche entera, al llegar la madrugada sin pensarlo ni planearlo me encontraba en medio de la sabana donde nos conocimos.

Recordé aquella tarde de primavera, aquella tarde donde tu mirada se hacia dueña de mi alma, tu respiración se apoderaba de mis suspiros y en mi corazón hacías acelerar cada uno de mis latidos.

Fue mágico aquel encuentro en esa hermosa sabana rodeada de flores y arboles impregnados de diferentes olores, mariposas violetas se posaban sobre arbustos y cascadas de hojas verdes bordadas por hilos de oro adornaban el camino.

Ese día fue especial, era un día para nosotros, en el cielo estaba dibujado un arcoíris que iluminaba el bosque con diversos colores, ese espectro resplandeciente nos bañaba de energía que nos acercaba lentamente.
Nos sentamos debajo de un árbol frondoso en medio de la sabana, como si nos conociéramos la vida entera. Su mano y la mía se asían fuertemente, su aliento y el mío no se diferenciaban, de repente sus labios se aferraban a los míos y no puede contenerme con el sabor de sus besos.

Mientras recordaba ese primer encuentro, con los pies descalzos recorría las piedras húmedas que bordeaban la casa, caminé por la grama salpicada por el rocío y esa energía misteriosa penetraba mi piel blanca.

Mi mirada se perdía en la inmensidad del cielo, alumbrado por luciérnagas que me indicaban el sendero, cerré los ojos y respiré profundamente buscando en mi memoria el olor de tu cuerpo.

Ya no sentía angustia ni tampoco tristeza, porque los recuerdos me daban fortaleza, me quedé dormida sobre la grama humedecida y la brisa de la sabana acarició mis sentidos.

De pronto desperté con el sudor de tu cuerpo y tu respiración agitada alrededor de mi cuello, mi piel se erizaba con cada uno de tus besos y mi corazón palpitaba de deseo intenso.

La pasión se desbordaba con el roce de tus manos, tus caricias esculpían tu mejor obra arte, mi esencia era tu elixir de vida y la tuya alimentaba mi alma.

Mientras hacíamos el amor en aquel escenario brillante tejido por el canto de sus poesías, respirábamos intensamente cargándonos de una fuerza infinita para amarnos con entrega absoluta.

Así nos amamos una y otra vez bajo la luna y las estrellas, así nos amamos hasta el amanecer, en medio de la sabana, donde nos conocimos aquella tarde de primavera.

sábado, 16 de agosto de 2008

Wladimir Zabaleta






"Siempre pretendí ser alguien que permaneciera en la memoria" Wladimir Zabaleta

sábado, 2 de febrero de 2008

Sentido y sensibilidad

Hablar de sensibilidad es algo realmente fácil, porque es un sentimiento que se encuentra en el interior de cada ser humano, es esa facultad que tiene un ser vivo de percibir a través de los sentidos estímulos internos y externos.

Sin embargo, pareciera muchas veces que esa palabra se ha borrado del vocabulario de un gran número de personas o quizás ha desaparecido en un ambiente que está lleno de frivolidades e indiferencia.

Posiblemente estamos en un momento de letargo y esa capacidad que tenemos para percibir y comprender el estado de ánimo de las personas que nos rodean se ha escondido en un mundo donde prevalece la apatía, la indolencia y las cosas materiales.

Hemos perdido el sentido de lo que es el sentido real de la existencia, de disfrutar las cosas bonitas de la vida, de comprender las circunstancias o el entorno que llevan a las personas a ser o actuar de una manera, lo que nos limita esa capacidad de proceder en beneficio de los demás.

También hemos cubierto con una armadura de hierro, esa sensibilidad que somos capaces de sentir al ver la sonrisa o las lágrimas de un niño, de admirar un paisaje en el camino o simplemente disfrutar el olor de una flor.

Para comprender el valor de la sensibilidad, es importante recordar que a lo largo de nuestras vidas hemos vivido momentos donde buscamos afecto, comprensión y cuidados, sin encontrar a ese alguien que muestre interés por nuestras necesidades y particulares circunstancias.

Que tristeza ver como existe tanta indiferencia en lo seres humanos que aquí habitamos, siento un dolor muy grande cuando me encuentro familias totalmente desfragmentadas, viviendo cada quien en su propio mundo sin importar el padre, la madre, el hijo o el hermano.

Hemos perdido el sentido de los valores más importantes de la vida, el sentido de familia, amistad y compañerismo, se ha sepultado el valor de la palabra y de creer en los demás.

Estamos tan encerrados en nosotros mismos que no dejamos que se filtre a través de nuestro sentir, ni el mas mínimo sentimiento que nos permita descubrir en las personas que nos rodean, ese ser tan especial que tenemos dentro, que siente, ama, quiere dar y recibir ayuda y amor.