Anoche estuve contigo

Anoche pensé que quien me hablaba eras tú, quizá no estabas allí pero yo te sentí, quizá solo era un recuerdo pero yo te palpé o simplemente era el deseo que estuvieras conmigo. Mi corazón me traicionó de nuevo al pensar que volverías, le he rogado no me engañe pero me ignora, esta vez se alió con mi alma para hacerme creer que anoche volverías.

La charla se prolongó en profundo silencio hasta altas horas de la noche, una noche que se vistió de sonora sinfonías de grillos; y al fondo una luz se iba extinguiendo en la espesa niebla fría. Conversamos de mis tristezas, tal vez de mis temores o quizá solamente de tu ausencia.

Lo cierto es que hablando contigo hablamos de ti, le dije es doloroso verlo partir, mi alma sufre callada cuando lo imagino lejos, que difícil es no tenerlo. Le contaba que te amaba locamente, que mi amor por ti asalta mi voluntad y por más que lo intento no lo puedo olvidar.

Anoche regresaste a mi, tus palabras, cantos y poemas penetraron en los más intimo de mi, cargándome de nuevas esperanzas, despertaron el amor que sentía perdido, sacaron a flote la alegría que había sucumbido en la profundidad de la tristeza. Mi espíritu y mi corazón danzaban al ritmo de tus latidos no sé si lo soñé pero anoche estuve contigo.

Me abrazabas fuertemente calmando mi dolor, besabas mis labios con tu dulce néctar que embriagaba mi ser de tu existencia, acariciabas mi cuerpo con el calor del tuyo, nos amamos con pasión, nos amamos con entrega, nos amamos la noche entera. Mágico es tu amor que alivia mi alma con solo tu presencia, tu respiración mis ansias aquietan y cada centímetro de mi piel se regocija al sentir tú entrega. No sé si es verdad o quizá lo soñé, pero anoche estuve contigo.