Un camino lleno de historia y aventura

El pueblo de San Esteban es el punto de partida para la aventura por el viejo Camino Real, ese empedrado que construyeron los españoles para comunicar la ciudad de Valencia y Puerto Cabello. Iniciamos este viaje frente al Cementerio de los Alemanes tomando la vía del Fortín Solano, imponente fortaleza construida en el siglo XVIII por órdenes del gobernador de la provincia, Don José Solano y Bote, sitio desde el que podemos admirar el hermoso panorama porteño que se pierde en el horizonte caribeño.

Este poblado de interés turístico, se encuentra enclavado adentro del parque nacional San Esteban, ubicado en el estado Carabobo en la cordillera de la costa central venezolana. Posee una temperatura que se pasea entre 20 y 28 grados centígrado, su superficie es de 44 mil 500 hectáreas y contiene una gran diversidad de ecosistemas y variados paisajes que nos llevan a vivir hermosas fantasías y disfrutar de un pasaje de ensueños.

Es un reservorio natural privilegiado donde se conjugan ambientes montañosos, costeros, marinos y submarinos de una belleza singular, sus islas están dotadas de arrecifes coralinos y sus lagunas parecen espejos. El relieve es escabroso, de pendientes pronunciadas y su altura es de 1.830 metros sobre el nivel del mar en el cerro Villalonga.

El tiempo no las ha podido borrar

Continuamos rumbo a San Esteban Pueblo, en que su bucólica presencia vegetal trae históricos recuerdos que nos trasladan a un pasado inolvidable. Al llegar al Camino Real, entre majestuosos árboles de selva húmeda tropical, podemos observar viejas casonas detenidas en el tiempo; entre las que se destacan la modesta residencia que sirvió para el descanso del general de la virtud Bartolomé Salom, en donde encontramos actualmente un pequeño museo del mismo nombre.

Igualmente en este maravilloso sendero, una parada obligatoria es en Hogares Crea, lugar que nos seduce con sus bellos jardines de colores. Probar el famoso golfeado, los dulces y los panes de diversos sabores es una experiencia que perdura en el tiempo. Otras casas que llaman la atención por su historia y arquitectura, son la de Juan Segrestaa, la de los Capriles que parece un paisaje pintado en un lienzo y la familia Römer donde se alojaron los ilustres científicos alemanes que estudiaron la flora y la fauna de esta montaña de leyendas.

Además cuenta con la Quinta Villavicencio, rodeada de esa exuberante vegetación esta edificación de finales del siglo XIX testifica su pasado habitado por terratenientes de plantaciones de café y cacao de origen alemán. Restaurada para mostrar una composición de casa y parque; estudio y juego; naturaleza y tecnología; museo y laboratorio.

Comienza la aventura

Antes de iniciar el camino que nos conduce al puente ojival, mejor conocido como puente de los españoles, no podemos olvidar la presencia de un baquiano del pueblo que nos guiará por las verdes montañas que conforman el encanto natural de nuestro parque nacional San Esteban.

A nuestro paso encontraremos una roca llamada piedra del indio, en la cual observamos petroglifos prehispánicos. Una cultura de pueblos indígenas que utilizaron la piedra como soporte para esculpir formas, representaciones gráficas que tenían un sentido cultural y religioso muy profundo para estos grupos étnicos que las crearon. Se cree que simbolizaban algún tipo de lenguaje ritual que hasta nuestros días no ha sido develado.

Iniciamos el ascenso en la vieja toma de agua donde encontraremos largos techos empedrados y ruinas de viejos puentes, después de un largo y hermoso recorrido nos tropezamos con el paují, en donde el río se desprende en bellas cascadas formando un gran pozo que lo convierte en un jacuzzi natural, sitio perfecto para acampar y deleitarse con hermosos amaneceres.

Siguiendo la ruta llegaremos a cumbre chiquita, punto en el cual emprenderemos la parte mas empinada del camino. En esta zona se disfruta de escenarios repletos de colonias de palmas, entre las que destacan la macanilla, caña de molinillo, la palma de cacho, palmita de sombra y la palma prapa, que armonizan con ese paisaje de acuarela.

Asimismo conseguimos el árbol de la leche, los llamados gigantes del bosque como el cucharon y el samán. Quien le da un toque muy especial a este panorama de ensueño, es la palma araque que con sus raíces aéreas adornan el camino junto con el gavilán blanco, el paují copete de piedra y la guacharaca.

El pájaro campanero se destaca por su lindo canto de golpe de campana y acompaña al excursionista desde campanero hasta cumbre chiquita a través de la copa de los arboles que impiden que nuestra mirada pueda verlos.

Más adelante llegaremos a la selva nublada, donde se observa una frecuente precipitación fluvial, con un ambiente de sombra y una amplia variedad de especies en la que su lucha es por la luz, principal fuente de energía. Después de esta experiencia emocionante y llena de magia llegamos al puente ojival mejor conocido como el puente de los españoles, el cual fue construido en forma arqueada para sortear las crecientes del rio san esteban, aquí podemos acampar y disfrutar el atractivo de este excitante paseo de aventuras.

Para descansar y agradar el paladar

Al regreso de este recorrido, es imposible olvidar la visión agradable que el pueblo nos ofrece, en el que degustáremos el sabor incomparable de ricos manjares que se acompañan con las tradicionales bebidas típicas como la leche e’ burra y la guarapita que han marcado pauta en varias generaciones y que habían sido preparadas a lo largo de años por Víctor Suarez, costumbre que continua no solo su familia sino que se ha trasladado a otros lugareños como el famoso Abrahán Vides defensor y amante de las aves que se encuentran en este hermoso parque.

Otro que se ha dedicado a la elaboración de estas bebidas ha sido Arístides Vides, conocido como el hierbatero del pueblo quien también se ha dedicado a preparar otras como el perico negro, la rosa de montaña, niña bonita, el melado de pepe, la cola de mono, así como también guarapitas de diferentes sabores como la de caraota y el capitán López que es un trago extravagante hecho de pescado pero que por su excelente sabor es una de las mas buscada.